Este primer post sobre comisariado de exposiciones, facilita el acceso a las diferentes materias que concursan en la disposición de un proyecto expositivo, así como la forma de llevarlo a la práctica. Nos acercaremos a la figura del comisario y también a la de los conservadores-jefe, directores de museos, coordinadores de exposiciones, gestores institucionales y otros responsables del panorama de la Industria Cultural.
Ante la pregunta “¿Qué es ser comisario?”, afirma Achille Bonito Oliva que “ (…) el comisario es aquella persona que crea el concepto de una exposición”. A esto hay que añadir además que es quien convierte ese concepto en una muestra que se abre al público. Se puede aceptar por ello, en sentido lato, dicha definición de comisario de Bonito Oliva. Pero comisariar exposiciones, además, supone desarrollar proyectos añadiendo dos vectores importantes: intención e intensidad. ¿Construir trescientas viviendas es lo mismo que edificar un museo de arte contemporáneo? Creemos que los problemas no son sustancialmente diferentes.
Algunas observaciones desde la estética.
Los métodos tradicionales de exposición, en la actualidad, están experimentando profundas transformaciones. La exposición es el campo de prácticas del comisario. El estatus del creador, la imagen, el objeto, el espacio, la institución y, quizás por encima de todo, la recepción, está cambiando hasta tal punto que existen serias dificultades para reconocerlos como tales. En estas circunstancias, la práctica del comisariado de exposiciones requiere de conceptos completamente nuevos. El arte, concebido como práctica creativa, puede tener lugar en cualquier momento y en cualquier sitio. Comisariar exposiciones significa ser conscientes de la necesidad de esta premisa. Se trata de una profesión de nuevo cuño que a día de hoy está cambiando la estructura de proyección y promoción del arte.
El modelo decimonónico sustentado en los vértices arte-artistas-crítica-público, vive una transformación hacia un sistema de redes donde el artista ha perdido protagonismo y función: ha pasado a convertirse en un difunto, en el sentido tomado de su etimología en latín, functio, sin función. Efectivamente, la eclosión de las nuevas vedettes del arte, los comisarios, responsables de seleccionar y crear no sólo artistas sino también movimientos artísticos o tendencias, como la llamada Transvanguardia (A. Bonito Oliva) o los Nuevos Salvajes impulsados por Kaspar Koenig.
Mimmo Paladino, Matemática 2.
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